Por Jesús Arboleya
¿Qué pasó?
LA HABANA. No conozco un solo analista que predijera la envergadura de los acuerdos alcanzados en las negociaciones entre Cuba y Estados Unidos y debemos agradecérselo a ambos gobiernos.
La discreción alcanzada es muestra del interés de los involucrados, incluyendo el Papa Francisco y el gobierno de Canadá, reflejo del deseo mundial por resolver este problema.
Las negociaciones se desarrollaron con un alto grado de profesionalidad y en un clima de igualdad soberana y respeto mutuo, como había exigido la parte cubana, cuidando que todos los detalles reflejaran esta condición. Sigue leyendo