Por nuevodebatecuba
Las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba constituyen una temática que ha dado lugar a las más encarnizadas discordias durante generaciones. Es, sin dudas, un conflicto que ha cobrado en la región latinoamericana matices de “telenovela”, dado el curioso enfrentamiento en versión moderna de la trama bíblica del gigante Goliat vs. el pequeño David. O visto desde otra analogía, como se diría en la Isla menos ‘metatrancosa’, se ha tratado de un peculiar ring de boxeo de peso pesado contra peso mosca, con acalorados seguidores en ambas esquinas, pero sin el tan deseado knock out a la vista.
Huelga decir que, -tanto en el escenario internacional como en los propios Estados Unidos, y por supuesto especialmente dentro de la mismísima Cuba- más de un politólogo, economista, periodista, y hasta más de un consumado académico, ha hecho del «oportuno tópico una oportunista carrera”.
Sin embargo, aunque los partidarios de ambos sistemas -el capitalista y el socialista- proclamen a puro grito lo contario: ninguno suele prestar atentos oídos a quienes tienen una visión “de primerísima mano” del conflicto; aquellos que tienen una mirada desprovista de ambiciones políticas, y por ello provista de singulares soluciones mucho más eficaces por auténticas y sinceras: la visión de los cubanitos de a pie. Sigue leyendo