Albor Ruiz. 8 de julio,2014
NUEVA YORK – ¡Que se ponga de pie el verdadero Barak Obama!
Esa es la petición que, como si estuvieran participando en To Tell the Truth (Decir la verdad), un antiguo y popular programa norteamericano de televisión, mucha gente quisiera hacerle al presidente. ¿La razón? La exasperante costumbre del mandatario de contradecir sus palabras con sus acciones, un patrón de conducta capaz de desconcertar al observador más aguzado.
Un ejemplo claro es su actitud ante la inmigración. Por un lado, tenemos palabras compasivas como estas:
“Cuando las redadas de inmigración de ICE aterrorizan comunidades, cuando se arranca a madres lactantes de sus bebés, cuando los niños llegan de la escuela y no encuentran a sus padres, cuando detienen a la gente sin acceso a asesoría legal, cuando todo esto está sucediendo, sencillamente el sistema no está trabajando y necesitamos cambiarlo”, el entonces candidato Barack Obama expresó en 2008 ante el Consejo Nacional de la Raza. Sigue leyendo