EFE
La Habana — No tienen a su selección en Brasil y su deporte nacional es el béisbol, pero los cubanos viven el Mundial con la misma pasión que en cualquier otro país y un entusiasmo que confirma que la fiebre por el fútbol se ha instalado en la isla para quedarse.
En pantallas gigantes ubicadas en cines, cafeterías, hoteles o a través de la televisión en sus viviendas, los cubanos siguen partido a partido el mundial vestidos con las camisetas de sus selecciones preferidas, mientras en las calles muchos automóviles y los populares bicitaxis ondean banderas de los equipos que disputan el campeonato.
La canarinha brasilera y Argentina están entre las preferencias de los aficionados cubanos y los más jóvenes corean los nombres de Messi y Neymar (ahora retirado del mundial por una lesión) al ser preguntados por sus estrellas preferidas.