Ya descansa para siempre la Reina de la Música Campesina cubana, Celina González. Tal como la catalogara un periodista colombiano, ese “rayo que canta”, ese ímpetu, por fin reposa tras una dilatada espera; para adentrarse en la dimensión de la memoria. Así también lo cree el historiador musical cubano Toni Pinelli, quien llamara “Santa Celina de los Guajiros” a la intérprete de temas como “Yo soy el punto cubano” y “¡Que viva Changó!”.
“La llamé así por esa cosa mística, por significar sentimientos tan legítimos y mantener una dignidad y una decencia con sus creencias, a las que jamás ocultó por conveniencias”, comenta Pinelli en exclusiva para Progreso Semanal. Porque Celina (que a pesar de su devoción a la santa Bárbara/Changó, resultó ser hija de Yemayá) vivió su religiosidad a despecho de prejuicios y extremismos. Sigue leyendo