REDACCIÓN/EL NUEVO HERALD
Gross era un subcontratista de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) que, al ser arrestado en el 2009, trabajaba en un proyecto para llevar a la comunidad judía tecnología de conexión a la internet que no pudiera ser controlada por el Estado.
La internet en Cuba está restringida y controlada por las autoridades cubanas, y Gross fue condenado a 15 años por “actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado”.
La Casa Blanca dijo el 3 de diciembre en un comunicado que la liberación de Gross, que lleva cinco años encarcelado en Cuba, atendiendo a “razones humanitarias eliminaría un obstáculo hacia relaciones más constructivas entre Estados Unidos y Cuba”.
El secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo entonces que el presidente Obama busca “fortalecer” las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, pero que es muy difícil “hacer progresos” si el gobierno cubano no toma “los pasos que creemos necesarios para asegurar la liberación de Gross por motivos humanitarios”.
Obama repitió un mensaje similar durante su entrevista del martes.
“Con respecto a Cuba en general, he dicho claramente que nuestra política es facilitar el envío de remesas y los viajes a Cuba para ayudar a la población de la isla”, concluyó. “Pero el gobierno cubano aún necesita hacer cambios significativos”.