El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo (c-i), acompañado por el historiador de La Habana Eusebio Leal (c-d) hoy, lunes 24 de noviembre de 2014, al inicio de un recorrido por el Centro Histórico de La Habana (Cuba). EFE/Alejandro Ernesto
Por ARTURO LÓPEZ LEVY
La visita a Cuba del canciller José Manuel García-Margalloratifica el enfoque pragmático de la diplomacia española hacia la isla. Lejos quedó la temporada en la que el tema cubano fue balón político para las disputas entre el PSOE y el PP. El presidente Mariano Rajoy ha pensado la política peninsular hacia Cuba como continuidad, desde los intereses estratégicos y económicos de Madrid en Cuba sin abandonar los valores españoles de comunidad cultural y promoción de los derechos humanos. Si eso implicó continuar la estrategia del PSOE hacia la Habana, García -Margallo lo ha hecho sin dramas.
Por su herencia cultural e histórica, no hay país más cercano a la isla que España. Junto a Puerto Rico, Cuba permaneció ligada administrativamente a Madrid hasta 1898, recibiendo más inmigrantes españoles durante las tres primeras décadas del siglo XX que en todo el periodo colonial. Ese periodo post-guerra fría trajo un intenso intercambio económico, cultural, educacional y social en el que diverTras la caída del bloque soviético, Madrid se erigió junto a Canadá en artífice de políticas de compromiso constructivo, acompañando el afianzamiento de los vínculos económicos con diálogos políticos y contactos comprensivos con toda la sociedad cubana. Sigue leyendo