No puedo decir que estoy sorprendida de la campaña “Conecta Cuba,” pues siempre existe alguien que oportunamente obstaculiza cualquier intento de apertura en la isla.
De antemano quiero aclarar que estoy de acuerdo con que el acceso a internet sea más asequible y sin censura, ya que es lógico que según se establezcan cambios, el pueblo goce de privilegios y oportunidades propios de nuestra época. Sin embargo, no apoyo esta iniciativa porque su sostén proviene de la USAID, un organismo gubernamental de Estados Unidos con muchos propósitos, principalmente proveer asistencia técnica sobre la salud, educación, el medio ambiente, el desarrollo económico y la democracia en cooperación con los determinados países. Se puede entender que la USAID es el brazo largo del gobierno americano para apoyar los intereses geopolíticos de los Estados Unidos. Otro punto de contención, es que el Director de la Misión de la USAID es miembro de la embajada americana en dichos países. También existen críticas sobre la tendencia de premiar a socios políticos y militares para influir en las reformas políticas, en vez de avanzar la gestión social o humanitaria. Pero el patrón más preocupante es su cercana relación con la CIA. Para agregar leña a este fuego, la Fundación por los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) y recipiente de $3.4 millones, fue establecida por miembros de la Fundación Nacional Cubano Americana en 1992.
Por eso y a pesar de que la ONU reconoció el acceso a internet como uno de los derechos humanos en el 2011, estimo es preferible que el gobierno americano invierta sus recursos en levantar el embargo a Cuba y continuamente ayudarles en un plan de desarrollo para la sociedad civil. Un plan que tome en cuenta la generación de reemplazo y altamente capacitada dentro de Cuba. Enviar a disidentes en Cuba USBs, DVDs, CDs y otros formatos de memoria precargados con contenido desarrollado por miembros de una organización anti-castrista apoyada por el gobierno de Estados Unidos y sin la venia del gobierno cubano es altamente riesgoso y puede estancarnos más.
El protagonismo junto a la ambición de ser los primeros en derrumbar al régimen Castrista, ha conllevado a cinco décadas de tiempo desperdiciado en una lucha tenaz que solo daña al pueblo cubano y al desarrollo de Cuba. ¿Dónde están los millones que la USAID ha pagado a varias organizaciones del exilio a través de años para fomentar la democracia en Cuba? ¿Qué haría Estados Unidos si Rusia, China o cualquier país árabe usaran los mismos métodos para educar a los americanos sobre la prevención de la invasión de su privacidad en las redes, etc.? Obviamente, algunos serian detenidos con serias consecuencias para los países involucrados. Para los que deduzcan que apoyo el sistema totalitario de Cuba, mi respuesta es NO. Simplemente, el odio no puede seguir alimentando iniciativas de injerencia, sino más bien de inclusión, porque cubanos somos todos.
El fin del embargo a Cuba es el camino al desarrollo de la sociedad civil.
(Tomado de Cafeporcuba.com)